lunes, 7 de noviembre de 2016

Espejito, espejito...

HAMBRE DE COSMÉTICOS
CONSUMO DE PRODUCTOS DE BELLEZA EN JÓVENES

Karla Escamilla Ugalde
Jehison Eslava López
Andrea Guadalupe García Zarate
Nataly Hernández González
Mariana Ramírez Urbina
Universidad Autónoma del Estado de México

En nuestros días los jóvenes consumen una gran cantidad de productos cosméticos de la industria de belleza que hace que los jóvenes gasten una suma grande de dinero en su aspecto físico. La sociedad ha desarrollado su propio concepto de belleza y lo aplica al rechazo o aceptación de una persona, tomando en cuenta la cultura en la que se desenvuelven los adolescentes, medios masivos de comunicación y estereotipos presentes en su entorno inmediato, estándares basados en su cultura o para ser aceptados en la sociedad, generando de esta forma un consumo irresponsable, sin saber cuáles son sus consecuencias, provocando así la pérdida de identidad en los adolescentes o generando una baja autoestima.


La verdadera belleza


La mayoría de los adolescentes quieren tener amigos, no quieren sentirse solos; pero ¿qué pasa cuando tus amigas sólo se maquillan para ser “bellas”? Esto te lleva a adquirir productos como el rímel, polvo, delineador, etc. Con el tiempo se ha malinterpretado el verdadero concepto de belleza y ha causado confusión en la población. Para Platón la belleza está por encima del mundo sensible, se relaciona únicamente con la realidad eidética y suprasensible (bien y belleza); es decir, reside en la idea y sólo desde esta se puede entender (Monar, 2016). Otro punto de vista sobre la idea de belleza es la de Humberto Eco que en su libro Historia de la belleza nos dice, “es una cualidad presente en una cosa, objeto o persona que produce un placer intenso a la mente, y proviene de manifestaciones sensoriales” (Eco, 2010, p.20). La belleza como podemos ver es aquello que nos atrae o nos hace sentir algo que se queda solamente en la percepción, sin embargo, hemos confundido esto con el “verse bien” que nos marcan los estereotipos, y esta misma mentalidad nos lleva a consumir productos de belleza o cosméticos en distintos grados.  
Las adolescentes consumen más de lo que necesitan, en este caso es más común que las mujeres busquen estar tan maquilladas como modelo, adornar su cuerpo con productos que decoran sus ojos, labios, o cualquier parte del cuerpo que sea visible. Actualmente existe una gran cantidad de productos cosméticos para resaltar el cuerpo humano, sin embargo la búsqueda de la belleza mediante los cosméticos no es cuestión de género, ya que también los hombres han mostrado interés en el uso de algunos de ellos, incluso hay algunas empresas que ofrecen líneas exclusivas para caballero (Morones, 2014) lo cual hace que nosotros como población en general, nos convirtamos por igual en consumistas.

¿Obsesión por la belleza?

La mayoría de nosotros alguna vez nos hemos sentido inquietos por la forma de nuestro cuerpo, sin embargo ¿Qué pasa cuando esta inquietud se convierte en obsesión?, pasa que comienzas a buscar cumplir con todos los estándares que hasta cierto punto en nuestros días se han adoptado.
La preocupación por la belleza física y la salud tiene un nombre incluso conocido: el culto al cuerpo. La aspiración por el bienestar psíquico y físico se encuentra por lo tanto en el centro de las aspiraciones contemporáneas. El cuerpo es el resultado de determinadas condiciones sociales y culturales (Cuevas, 2009).
Para comprender mejor esto, se define al culto al cuerpo como “obsesión moderna por la perfección del cuerpo, que ha generado una epidemia de nuevas alteraciones y una creciente demanda de técnicas con fines estéticos relacionados con una ilusoria búsqueda de la perfección física” (Mataix, 2012, p.2). Desde este punto podemos decir que la búsqueda de la ilusión de perfección es mala, ya que genera una inseguridad en las personas o los adolescentes que están buscándola y pueden llegar a tener serias consecuencias entre ellas la depresión, trastornos mentales o una baja autoestima al no conseguir la dichosa perfección y tener un sentimiento de inferioridad hacia quienes sí la tienen.

La industria, el principal enemigo.

El conflicto se crea debido a las empresas cosmetiqueras, quienes son las principales responsables de la creación de estos estereotipos como dice Ruth Brandon es su libro La cara oculta de la belleza,la industria cosmética se ha convertido en una gigantesca fábrica de deseos y frustraciones estrechamente relacionados con la imagen que hombres y mujeres tienen de sí mismos, de igual forma crearon una gran cantidad de productos y generaron la necesidad de consumirlos” (Brandon, 2013, p. 15). Con el paso del tiempo se ha creado una gran cantidad de empresas cuyo fin es la venta y adquisición de productos de belleza, el mercado ha sido creciente debido a la alta demanda del consumidor.  Con el nuevo orden social donde los adolescentes han tomado gran poder adquisitivo sobre cualquier nuevo producto, es decir que conforme la industria avanza arrojando distintas modas al mercado, las personas las adquieren al instante y se crea un círculo vicioso donde el principal objetivo es tener lo último en tendencias de belleza. Las industrias han tomado ventaja de la situación aprovechándose psicológicamente de los jóvenes que creen en cualquier nuevo producto que se les presenta, producen más beneficiándose en cuestión económica. Los hombres se han preocupado por un consumo mayor de cosméticos debido a su aspecto personal.
A nivel mundial, los cosméticos más importados son los maquillajes, los protectores solares y los perfumes ocupan una posición importante. Observamos que los maquillajes son productos que generan una gran cantidad de ingresos al país que los exporte, por lo tanto la producción es continua, ya que benefician económicamente al país exportador (Heredia, 2009).

Ideología de belleza.

En México el mercado cosmetiquero representa el 1.23% de ventas, por el contrario, en Japón representa el 58% del mercado ya que en Japón se pretende mejorar al cuerpo en sí mismo, y no sólo como maquillaje como tal, al grado de que el mercado de belleza representa como ya se había mencionado el 58% en ventas en el país, esta suma es entendible ya que las mujeres empiezan a maquillarse desde los 10 años, y prefieren gastar su dinero en cosméticos antes que en comida.
El culto a la estética en Japón es muy alto, hombres y mujeres se afanan en conseguir el cutis perfecto, blanco y libre de señales de envejecimiento, son menos susceptibles a que las arrugas aparezcan en su piel, debido a su estructura ósea. Las japonesas consideran que si usan cosméticos “están guapas” y serán bellas aunque estén viejas, dan mucha importancia a la limpieza del rostro como base a la salud del cutis y gracias a esto la piel de las japonesas es cada vez más blanca, se protegen muy bien del sol, debido a que su piel contiene una mayor cantidad de melanina que los occidentales, por ello se broncean más fácil,  de ahí el concepto de su piel amarilla por estos detalles, también le dan bastante importancia en hacer y conservar su piel blanca lo mejor posible (Martín y Parra, 2015).
Dependerá de la parte del mundo en la que nos estemos desarrollando ya que si se compara, México no es tan consumista como lo es Japón en el sentido de ventas de cosméticos, pero esto no quiere decir que estamos libres de esta sociedad consumista.
Todos en algún momento hemos escuchado las siguientes frases:

  • Tus cejas tienen que quedar perfectas.
  • Siempre harás lo posible por mantener intacto tu labial, no importa que dejes de comer algo o dejar de besar.
  • La ropa blanca resulta ser el peor enemigo.
  • Si se llega a romper tu maquillaje compacto, es como un disparo al corazón.
  • Te das cuenta que una cosmetiquera no es suficiente ni para los labiales.
  • No puedes dejar de aplicarte el rímel sin dejar de hacer caras súper extrañas.
Si una adolescente que apenas se está desenvolviendo se encuentra con comentarios como estos, probablemente va a creer en ellos y los llevará a cabo lo mayor posible y perderá gran parte de su identidad e individualidad al seguir modas no por gusto, sino por haber sido influenciada.
Finalmente decimos que existe un gran consumo de productos cosméticos ya que las industrias han contribuido a este mismo, lo cual ha causado que se pierda el criterio de forma individual de las personas, estando expuestos en primer lugar los adolescentes, lo cual crea conflictos entre ellos mismos y su personalidad, la belleza es esencia, inspirar algo nuevo, no es estar bien maquillada o tener un cuerpo perfecto. Este problema no es cosa de sólo mujeres, los hombres también se han visto involucrados en esta situación y aunque en nuestro país el porcentaje sea de 1.23%, existen muchas empresas productoras de cosméticos y no estamos exentos de esta problemática.
Sin embargo, los ideales de belleza que se tengan, siempre serán influidos por el lugar en el que se esté desenvolviendo, las personas a su alrededor, la ética que se tenga, dependerá de cada quien el seguir modas y estereotipos que se presenten, debemos ser conscientes del consumismo que se genera hoy en día y eliminar toda la ideología errónea que se ha creado, ser más críticos cuando algo nuevo se presenta en cualquier medio, preguntarnos, ¿realmente lo necesito?,  y así emplear el dinero en algo con mayor productividad. Si te gusta maquillarte puedes hacerlo con libertad, siempre y cuando no lo hagas por sentir algún tipo de presión, para estar a la “moda” o situaciones como esas, ya que una cara bien maquillada no te hará mejor persona, sentirte bien contigo mismo, sin preocuparte por alcanzar estereotipos falsos te dará una vida más satisfactoria.

BIBLIOGRAFÍA
Brandon, Ruth. (2013). La cara oculta de la belleza. Barcelona, España: Tusquets Editores.
Cuevas Barberousse, Tania. Cuerpo, feminidad y consumo: el caso de jóvenes universitarias. Revista de Ciencias Sociales (Cr), vol. I-II, núm. 123-124, 2009, pp. 79-92 Universidad de Costa Rica San José, Costa Rica.
Eco, Humberto. (2010). Historia de la belleza. México, México: Debolsillo.

Heredia, S.L. (2009). La industria cosmética en México. Virtualpro: procesos industriales 12 (2), Recuperado de http://www.revistavirtualpro.com/biblioteca/la-industria-cosmetica-en-mexico-oportunidades-los-mercados-externos

Martín, Á. & Parra, E. (21 de agosto de 2015). Japón el país del cutis perfecto. Belleza Activa, (2), p. 1-5.
Mataix, J. (2012). Culto al cuerpo: ¿cuál es el precio de la belleza? 27 de octubre de 2016, de Actas Dermo-Sifilográficas Sitio web: http://www.actasdermo.org/es/culto-al-cuerpocuales/articulo/S0001731011005382/
Monar, Alberto. (S.F). LA BELLEZA Y LA FILOSOFÍA. 14 de octubre de 2016, de Redalyc Sitio Web: http://www.redalyc.org/artículo.oa?id=441846107010


Morones Ramírez, J.R. (2014). Colorantes y pigmentos microbianos en la belleza cosmética. RDU, Revista Digital Universitaria. 16 (4) p. 10. Recuperado de http://www.revista.unam.mx/vol.16/num4/art32/art32.pdf

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